La décima jornada de la Liga Regular Madrileña dejó ayer domingo un balance tremendamente positivo para los siete equipos del Club de Ajedrez Getafe, con seis victorias y una derrota por la mínima.
En Preferente, ganó el Getafe A al Magerit en su casa (2,5-3,5). En Primera División, el Getafe B endosó un 0-6 al Lino Goas, lo que le afianza en la primera plaza y reafirma sus posibilidades de subir de categoría.
En cuanto a los cinco equipos de Tercera División, ganó el Getafe D en su derbi local contra el Castilla y León C (1,5-3,5), ganó el Getafe E al Virgen de Atocha C (2-3) y ganó el Getafe G al Club 2001 de Fuenlabrada (2-3). El pleno de victorias no fue posible, dado que el Getafe F perdió 3-2 frente al Capablanca I. Mención aparte merece el Getafe C, cuya victoria en Tres Cantos es narrada, como es habitual, por JOSÉ LUIS RAMOS.
¡Maldito Whatsapp, pero benditos compañeros!
Vivimos en la era de la comunicación y prácticamente todas las personas utilizamos el móvil como super herramienta que nos comunica con todo y con todos. Una de las aplicaciones de más éxito y que, seguramente, representa ese triunfo de la comunicación a límites no imaginados hace solamente quince años es el conocido como «wassap».
Tan genial como maldito, ocurre que hay situaciones en que la comunicación se puede interpretar de formas diferentes y eso nos pasó ayer domingo. Álvaro envió un mensaje diciendo “imposible ir” y nosotros interpretamos que se refería al punto de encuentro en que habíamos quedado. Pero no; desgraciadamente se refería a que le era imposible jugar. Y ello, a las ocho de la mañana.
No nos dimos cuenta de la mala interpretación hasta que ya era demasiado tarde: el partido se estaba jugando con cuatro jugadores y perdíamos 1-0 por incomparecencia de Álvaro.
Tres Cantos es un club con bastantes equipos, aunque no tienen la suerte que tenemos nosotros de disponer de un local suficiente como para albergar a todos los equipos a la vez. Jugamos contra el «G”, pero vimos que tienen hasta el “J”. Creo que pronto les alcanzaremos, pues nuestro club no para de crecer.
Y allí estábamos, el “C”, con cuatro jugadores por un mensaje mal interpretado. Para colmo de males, Juan Carlos, nuestro capitán, perdió en el tablero 5 al haber entrado en una variante muy inferior de la apertura escocesa. 2-0.
Casi a continuación, yo ganaba mi partida, ya que el contrario perdió pieza y, tras un «aclarado» (liquidación de trebejos por cambios), el final era inevitable. 2-1. Quedaban dos partidas, David y Óscar, primer y tercer tablero, jugando con negras ambos y con posiciones sin definir aún.
La tensión se mascaba en el ambiente, pues para nosotros este partido era muy importante y Juan Carlos y yo veíamos cómo la partida de David se convertía en un final con alfiles de distinto color, aunque con ventaja para nuestro jugador. Afortunadamente, después de mucha paciencia y varias maniobras impecables, David igualó el marcador. 2-2.
El contrario de Óscar le ofreció tablas varias veces, pero nuestro compañero, viendo que se limitaba a esperar haciendo movimientos muy pasivos, aprovechó para colocar sus piezas y conseguir romper su defensa con el avance de los peones del flanco de rey. Finalmente, claudicó cuando Óscar ya quedaba con torre de ventaja. 2-3.
Victoria muy sufrida…, pero merecida e importantísima. ¡Benditos compañeros!