Kárpov… y el día más feliz del Ajedrez en Getafe (IV)

«Podría reproducir de memoria las 20 partidas que acabo de jugar, pero sin conocer sus nombres ni ver sus caras, no sabría decirte a quién corresponden». Sin ningún género de dudas, Kárpov, a pesar de haber sido sometido a una hora de rueda de prensa, tres horas de simultáneas y casi otra hora más de firma de autógrafos, seguía feliz en su visita a Getafe, aunque ahora nos dirigiésemos en taxi, cronómetro en mano, a los estudios centrales de la Cadena SER en Gran Vía. El día, para nuestra dicha, no había terminado.
De entre los jugadores que fueron los primeros campeones del mundo (Steinitz, Lasker, Capablanca, Alekhine, Euwe…), «mi favorito es Capablanca», comentó. Se había jugado el clásico Barcelona-Real Madrid, pero hasta el taxista, aficionado al ajedrez, estaba más pendiente de lo que Anatoly contaba en el asiento trasero de su coche que del abultado 5-1 que habían conseguido los culés.
«¿Y qué me dice de las tablas que ha firmado con Noel López? ¿No nos podría haber ahorrado tener que pasar el resto de nuestras vidas viendo cómo saca pecho de ello en el club, jajaja?». «Bueno, realmente, no ha cometido ningún error. Han sido unas tablas justas para unas simultáneas», sentenció Kárpov, cuando el taxi llegaba a la altura del puente de Praga.

Los elegidos

De toda la organización que había supuesto la visita de Anatoly Kárpov a Getafe, la elección de sus rivales había sido lo más difícil. Al final, como es sabido, jugaron, de la mesa 1 a la 20: Pablo Gordo, Jorge de la Cruz, Rubén Arrabal, Jesús Soto, Inés Movilla, Jaime Rey, José Avendaño, Javier Galarreta, Luis Expósito, Noel López, Jorge Sánchez, Víctor Guerrero, Héctor Martín, Sergio de la Rosa, Samuel Movilla, José Luis Ramos, Gabriel Orozco, Rubén Enrique Durand, Óscar Bermejo y Andrés Feito.
Había sido una semana de muchas llamadas preguntando, sobre todo, por la posibilidad de jugar dichas simultáneas. Pero de entre todas esas llamadas, me emocionó especialmente la de mi amigo José Luis Ramos, quien me propuso dejarme su puesto en el último momento. «Está decidido. Sé que Kárpov era tu ídolo infantil y no te vas a quedar sin jugar con él», me dijo.
Pero lo que estaba decidido era precisamente lo contrario. Iban a ser decenas de chavales de nuestro club los que no podrían jugar. Muchos buenos jugadores, empezando por los que tenían más de 2100 de Elo, tampoco iban a poder jugar. A todos ellos y ellas, la gran familia de Getafe, les puedo hoy seguir mirando a los ojos, sabiendo que si tú no pudiste, yo tampoco.

KARPOV_004Oleksandr Khudov

Pero de entre los que se quedaban sin jugar, nos dolía especialmente Oleksandr Khudov. Por eso, uno de los mejores momentos de la visita de Kárpov lo constituyeron esos 5 ó 10 minutos en los que vi a Anatoly conversar en privado con nuestro amigo y su madre Yuliia Khudova.
Lo hacían en ruso, claro… ¡Qué envidia! Algún día, si quiere, nos tendrá que contar Olek de qué hablaron. Y sé que lo podrá hacer en castellano, inglés o ruso, porque a nuestro compañero le sobra capacidad para alcanzar todo aquello que se proponga en esta vida.

Llegando a la SER

Fue Miguel Martín Talavera, periodista de Getafe, trabajador de la cadena SER, pero, sobre todo, hermano de mis amigos de la infancia de ese gran grupo de la calle Pizarro adonde se había ido a vivir mi hermano Manolo Ballesteros, el que se enteró y me propuso llevar a Kárpov a El Larguero. ¡Ojalá!
A veces te pasas la vida haciendo gestiones infructuosas y, en otras ocasiones, todo, absolutamente todo, sale sin el mayor esfuerzo aparente. Y, entonces, tienes la misma sensación que se disfruta al ver una red de mate.
El taxista paró en el número 32 de Gran Vía. Y allí ya estaba «Tala». Arriba en los estudios, esperaban Manu Carreño y Leontxo García. La entrevista se emitiría finalmente el martes, 30 de octubre, pero también la tenemos aquí para poder escucharla siempre que queramos.

CONTINUARÁ (y finalizará con la quinta entrega).