Se cumplía este fin de semana la vigésima edición del Torneo Mirabal, un colegio pionero en implantar el ajedrez como herramienta educativa allá por 1995, cuando Kaspárov aún dominaba la escena mundial y aventureros como López de Turiso apostaban en Madrid por el juego de los escaques, tal y como ya hacía en Menorca el «maestro de maestros» Pep Suárez.
Y hasta Boadilla nos desplazamos una veintena de chavales de la Escuela de Ajedrez de Getafe, dispuestos a disfrutar de una tarde de sábado y una mañana de domingo en una decena de rondas de nervios, sin más verdad que la que dictase el baile de las piezas sobre el tablero.
Enamorados del trabajo de quienes, como Antonio Jiménez, dan lo mejor por enseñar actualmente ajedrez en el Mirabal, nuestro compañero Sergio de la Rosa impulsó una caravana a la que se subieron chavales de nuestros cinco centros cívicos y de los tres colegios en los que impartimos ajedrez extraescolar.
Así que allí estuvieron los infantiles Jorge de la Cruz, Rubén Arrabal y Guillermo Corrales; los alevines Inés Movilla, Jorge Sánchez, Héctor Martín, Jesús Flores, Jacobo Peña, Rubén Enrique Durand, Enrique Rui Shang, Gabriel Orozco, Izán Monteagudo e Iván Sanjosé; los benjamines Gonzalo Sesmero, Iván Arrabal, Rodrigo Movilla y Diego Orozco; y los prebenjamines Jaime Rey, Samuel Movilla, Marcos Benjumea y Diego Galeano. ¡Casi ná!
Con todos ellos, padres, madres y monitores gozamos al verlos felices, sufrimos con sus traspiés y admiramos su compañerismo «en las buenas y en las malas», maravillándonos de sus extraordinarios progresos en el mundo de los 64 escaques.
Jaime y Samuel
Mención aparte merecen los pequeños Jaime y Samuel, que terminaron 4º y 6º, respectivamente, en la categoría Prebenjamín. Para ambos era su primer torneo fuera de las competiciones locales, pero terminaron con sendos premios en sus manos.
Aunque en la mirada de Samuel se leía que este chaval «quiere más» y aunque nos quedemos hoy con la satisfacción de Jaime, que se acercó al ajedrez con dientes de leche por acompañar a su hermano Gonzalo, lo cierto es que la imagen orgullosa de ambos va a permanecer en nuestra retina cuando recordemos los felices años en los que la Escuela-Club de Ajedrez Getafe echó a andar, dispuesta a hacerlo aunque fuese a gatas.
Haber transformado aquel sueño en un fin de semana tan maravilloso como el vivido este sábado y domingo, da pleno sentido a nuestro lema «gens una sumus»…, una familia dispuesta a arribar a otros puertos, siempre con nuevos retos, pero con el mismo espíritu de amistad.
Clasificaciones finales
Prebenjamines: CLASIFICACIÓN FINAL
Benjamines: CLASIFICACIÓN FINAL
Alevines: CLASIFICACIÓN FINAL
Infantiles-Cadetes: CLASIFICACIÓN FINAL