Al parque Lorenzo Azofra le falta sombra. Hablamos, sí, de ese parque escondido, detrás de Escolapios, al que la mayoría de los getafenses ignoran, a pesar de ser con creces uno de los mejores rincones de nuestro pueblo y ofrecer, sin duda, la mejor programación de esta semana festiva. Un magnífico lugar para un reencuentro y, por supuesto, para jugar al ajedrez entre amigos.
Allí este miércoles, después de pasar la tarde entre trebejos y buscando cobijo entre unos árboles que han sido severamente podados, disputamos el segundo torneo Cultura Inquieta, al que se apuntaron veinte jugadores de todas las edades. Y allí, ajenos a todo, disfrutamos una vez más del placer que nos da jugar al ajedrez.
El ganador del torneo fue nuestro querido David Guerrero, que terminó imponiéndose en un «armagedón» al gran Luis Expósito, quien peleó hasta el último suspiro por ampliar su vitrina de trofeos. Ambos habían cosechado 6,5 puntos en las siete rondas disputadas. Hasta la «muerte súbita», ambos habían llegado imbatidos. Y durante la contienda sólo habían cedido una tablas y fue entre ellos mismos.
Mención especial merecen nuestros compañeros más jóvenes, como Mikel Sobrino, que quedó tercero, con 4,5 puntos, y Javier Galarreta, que quedó octavo, con 4 puntos, al tiempo que el alevín del torneo, Héctor Martín, terminaba undécimo, con 3,5 puntos.
Fiesta del Ajedrez
Como preludio al torneo, celebramos una fiesta, en la que no faltaron partidas simultáneas a cargo de Luis Expósito y Noel López; partidas en nuestro ajedrez gigante; y duelos entre el centenar de chavales de la Escuela de Ajedrez que se pasaron por el Lorenzo Azofra para «calentar» sus neuronas.
Una tarde redonda, posible gracias al apoyo que siempre nos dan nuestros amigos de Cultura Inquieta y Fender Club, y al aval que recibimos todos los años de la Concejalía de Deportes y Gastrotaberna Cachito’s.