Daniel Pérez se hace con el décimo Fender

La edición «X» del Fender bien puede quedar para los anales de nuestro club como el torneo de la letra «Z», atendiendo a la generación de jóvenes que se animaron a participar en él. Fue un lujo contar anoche, entre trebejos e inspiradora música, con Juan Carlos Vidal y Mikel Sobrino, ambos nacidos en 2000; con Javier Galarreta (2001), con Oleksandr Khudov (2002) y con Mario MarhuendaDaniel Pérez (1998), que se alzó con la victoria.
fenderX_03El ajedrez nos demuestra, una y otra vez, que no sabe de edades ni de razas ni de sexo…, aunque hay que reconocer que en diez ediciones sólo ha participado una mujer, mal que nos pese.
Tampoco es que anoche anduvieran «poco finos» los miembros más destacados de la llamada generación «Y» o de la propia generación «X», por no hablar de los «babby boomer» que ya peinan canas…, pero hay que reconocer que la nueva hornada de ajedrecistas de Getafe viene pegando fuerte y eso es algo absolutamente maravilloso. Baste un dato: de los 93 socios actuales del Club de Ajedrez Getafe, 37 tienen menos de 16 años. ¡Benditos sean!

De nuevo, en «armagedon»

Que la emoción en los torneos que celebramos el primer jueves de cada mes en el Fender Club está garantizada lo demuestran varios datos. El hecho de que quien acude por primera vez anuncia su intención de repetir. La sonrisa que se luce al salir por la puerta, aunque los resultados no hayan acompañado. La elegancia en la victoria y en la derrota, siempre. Y los sinceros abrazos y apretones de manos que allí se reparten.
fenderX_02Pero también que, en el aspecto puramente competitivo, llevamos ya varias ediciones (pueden consultarse todas en fenderclub.es) resolviendo la victoria en una emocionante «muerte súbita» con el llamado «armagedón», en el que las blancas disponen de 5 minutos para ganar y las negras, de 4 minutos, para hacer lo propio o para entablar.
Anoche, Santiago Erice (blancas) y Daniel Pérez (negras) nos regalaron este tipo de desempate, estirando una velada que muchos alargamos en la inmejorable compañía de Toni, Elena y del gran Juan Yuste, entre otros amigos, cuando, eso sí, la generación «Zzzzzz» ya andaba en casita, seguramente que soñando con alguna combinación para el futuro.
¡Y quiera Caissa que sea un futuro en el que las neuronas se impongan al músculo!