Clavada

¿Qué es la clavada?

Este giro táctico está protagonizado por tres piezas: la pieza atacante o «clavadora» (el alfil blanco, en el diagrama adjunto), la pieza atacada o «pieza clavada» (en el caso del diagrama, la dama negra) y la pieza resguardada (el rey negro), de tal forma que la pieza clavada no puede escapar del ataque.

Para que una clavada pueda considerarse como tal es preciso que la pieza resguardada tenga más valor que la pieza clavada (pues, si no fuese así, la pieza clavada se movería dejando al descubierto a la pieza resguardada).

Lógicamente, el objetivo normal de la clavada es ganar material. En este sentido, para que la clavada sea eficaz ha de producirse una de estas tres circunstancias:

  • La pieza atacante o «clavadora» es de menor valor que la pieza clavada y se cambiará por ella.
  • La pieza clavada no puede ser defendida y se pierde limpiamente.
  • O bien la pieza clavada pierde su función defensiva sobre otra pieza que es capturada o sobre una casilla importante.

No todas las piezas pueden ser «clavadoras». Sólo ejercen esta función la torre, el alfil y la dama.

Sin embargo, todas la piezas (menos el rey) pueden ser clavadas.

Ataque doble

¿En qué consiste el ataque doble?

Es muy fácil: consiste en que una pieza ataque a dos piezas rivales a la vez. En el gráfico adjunto, observa cómo nuestro magnífico caballo situado en «e4» ataca al rey y a la dama a la vez. El rey tendrá que huir y, entonces, nos comeremos a la dama, jeje.

  • El ataque doble es la forma más frecuente de ganar material (si descartamos el descuido).
  • Todas las piezas tienen la capacidad de realizar un ataque doble: desde el modesto peón al rey, pasando por la poderosa dama, las torres, los alfiles y los caballos.
  • Las piezas especialistas en el ataque doble son la dama y el caballo.
  • Por último, has de tener en cuenta que el ataque doble más efectivo es cuando una de las piezas atacadas es el rey rival.

El ataque doble es una maniobra táctica de gran importancia, porque contiene la semilla de los fundamentos estratégicos: «Si atacas a una pieza de tu rival, casi siempre tendrá una defensa; por el contrario, si atacas a dos piezas a la vez, será mucho más difícil que pueda defenderse».

Es muy importante que practiques ejercicios de «ataque doble» para desarrollar esta habilidad estratégica.