El caballo tiene un movimiento más complicado. Decimos que se mueve «en forma de L», porque avanza dos casillas en línea horizontal y luego una en vertical o al revés: dos casillas en vertical y una en horizontal.
Captura tal y como se mueve, situándose en la casilla de la pieza rival que se haya «comido».
Es la única pieza que sí puede saltar, tanto a sus piezas como a las piezas rivales.
Además, como ya sabes, no puede capturar piezas de su propio bando.
Y recuerda:
El caballo, por su peculiar movimiento, es una pieza que da muchas sorpresas, por lo que hay que estar muy atentos a sus saltos.
Un truco: el caballo siempre juega a una casilla de color distinto a la que se encuentra. Si está en una casilla clara se mueve a una oscura; si está en una oscura, a una clara.
Mira el diagrama de esta ficha explicativa y observa que el caballo blanco puede ir a cualquiera de las casillas en verde, mientras que el caballo negro puede ir a las dos casillas que indican las flechas. ¿Ves la «L» que hace al moverse?
El peón, aunque es la pieza de menor valor, esconde todo un mundo de posibilidades. Del peón dijo el gran maestro François-André Danican Philidor que era «el alma del ajedrez». Y no le faltaba razón.
En principio, has de saber que mueve avanzando una sola casilla al frente. Esto es: se desplaza en línea recta y vertical, por una columna, de casilla en casilla. Paso a paso.
Pero:
Cuando el peón se encuentra en su casilla de salida puede, si así se desea, avanzar dos casillas en una sola jugada. Esto no es obligatorio. Puedes hacer que avance una casilla o dos, siempre (eso sí) que se encuentre en su casilla de salida.
Además, el peón tiene muchas particularidades:
Puede coronar (convertirse en dama, en torre, alfil o caballo) cuando alcanza la última fila.
Puede capturar al paso.
¿Cómo captura el peón?
El peón es la única pieza del ajedrez que «come» de forma distinta a como mueve. En concreto, el peón captura a las piezas que se encuentran en las columnas continuas (si está en la columna «e» puede capturar a piezas de las columnas «d» y «f») y en diagonal (un peón blanco en «e4» podría capturar piezas situadas en «d5» y «f5»).
Observa, en el siguiente diagrama, cómo el peón de la columna «b» actúa comiendo piezas y llega hasta la última fila, coronando en dama. ¡Qué tragón!
El rey se mueve igual que la dama (en todas las direcciones: por horizontales, verticales y diagonales), pero sólo avanza una casilla.
Captura tal y como se mueve, situándose en la casilla de la pieza rival que se haya «comido».
Es la pieza esencial del juego y de nuestro ejército. Si le dan Jaque Mate, se termina la partida.
Además:
El rey no puede saltar otras piezas. Sólo puede moverse por las casillas o escaques que le rodean.
Tampoco puede capturar piezas de su propio bando. En el ajedrez, sólo se comen piezas del bando contrario.
Y recuerda:
El rey es la única pieza imprescindible. Sin el rey, no hay partida. Pero con el rey, aunque se quede solo, sigue habiendo partida.
Mejora su rendimiento en posiciones finales, cuando abandona su protección para apoyar a las piezas que permiten jaque mate en posiciones ganadoras: por ejemplo, un rey y una dama pueden dar jaque mate a un rey rival que se haya quedado solo en el tablero.
Una pieza da jaque al rey cuando amenaza con capturlo, tal y como sucede en el diagrama adjunto, en el que la dama blanca amenaza al rey negro.
Frente al jaque, sólo hay tres maneras de seguir jugando:
Mover el rey a una casilla en la que no pueda ser capturado. En el ejemplo adjunto, bastaría con mover …Rd7. O …Re8, Rc8 ó Rc7, pues todas ellas son casillas seguras.
Capturar la pieza que da jaque. Por ejemplo: …Axe3, que sería la ideal de las tres opciones posibles en este diagrama.
Interponer una pieza entre la que da el jaque y el rey amenazado. Por ejemplo: …Ce7
Si no es posible emplear una de estas tres defensas cuando estamos en jaque, entonces la cosa es mucho más grave: estamos en jaque mate y acabamos de perder la partida.